jueves, 24 de noviembre de 2011

Comienzos

Conversación entre mi genio maligno y yo...

¿Estas por ahí?
¡¿Que quieres?!
Hablar, nada mas.
Habla pues.
El viento me ha susurrado que para llegar al lugar que anhelo debo empezar a caminar
¡¿Y que?!
¿Es cierto?
Blasfemias de un insensato sin patria, que a todos susurra pero nunca habla!
¿A que te refieres?
A que no debes fiarte de el
¿De quien debo fiarme entonces?
Del que te habla fuerte y claro, del que te marca tu papel.
Supongo que hablas de ti, tu siempre respondes.
¡Por supuesto que si!
Entonces, ¿que debería hacer?
Para llegar al lugar que anhelas debes descansar.
¿Descansar?
¡Hoy ya es tarde, descansa, vuelve a tus sueños, recupera las fuerzas que te faltan y mañana empieza a caminar!
¡Pero mis sueños no están en un lecho sino en ese lugar!
¿Osas cuestionarme? ¡Ingrato!
¡Dictador, no necesito de tus pautas mas, se lo dije al destino y ahora te lo digo a ti!
¡Deja de blasfemar como tu amigo el viento, descansa y empieza mañana a caminar!
¿Mañana? ¡NO! Yo empiezo ¡YA!

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